sábado, 24 de octubre de 2015

TRES TRAGEDIAS EN LA VIDA DE TEMPERLEY

A los largo de su historia al CLUB ATLETICO TEMPERLEY le han tocado vivír tres momentos muy amargos que brevemente reseñamos en este recuerdo:

* EL ASESINATO DEL PRESIDENTE BERANGER 

En los albores del club y -lógicamente- durante la época de la práctica del fútbol amateur, un duro golpe le es asestado al conjunto sureño.
En 1919 había asumido la presidencia de la entidad el Sr. Alfredo Martín Beranger, a cuyo amparo el 'Celeste' había logrado significativos progresos en lo institucional, edilicio y deportivo. Sin embargo esa conducción floreciente para el club se vió truncada en la noche del jueves 29 de marzo de 1923 cuando un empleado del, por entonces, Ferro Carríl Sud -llamado Joaquín Pujante- mató a Beranger con tres disparos de arma de fuego en la calle Pichincha entre Guido y Suárez, de Temperley, acusándolo de haber hecho gestiones para que lo desalojaran de su vivienda en los terrenos ferroviarios. El presidente del 'Cele' aún no había cumplido los 30 años de edad y se perfilaba como un dirigen te de fuste en el fútbol argentino.
El hecho conmocionó a la sociedad y su asesinato, al día siguiente de ocurrido, fue portada del Diario 'Ultima Hora'. 

* EL ACCIDENTE FATAL DE HASPER Y AGUIRRE

Con el equipo consolidado en la 'Primera B' y como preparativo para la temporada del año 1970, el plantel viajó a Mar del Plata para disputar un cotejo amistoso con el Quilmes local como preliminar de un partido que por el torneo de verano disputarían Rácing y Boca Juniors en el estadio General San Martín donde -por entonces- se montaban los más importantes acontecimientos futbolísticos.
Ese partido amistoso nunca se jugó porque la muerte una vez más se interpuso en la vida de Témperley y el micro que transportaba al plantel -el viernes 6 de febrero- colisionó contra otro ómnibus a la altura de Lezama (en la trágica antigua Ruta 2) y en dicho accidente perdieron la vida media docena de personas, quedando heridas varias decenas de pasajeros.
Entre los fallecidos se encontraban el marcador de punta Hugo Oscar Hasper y el "wing" derecho José Luis Aguirre -de 20 y 21 años, respectivamente- mientras que a Roberto Nieldzielski se le debió amputar una pierna.
El luctuoso suceso fue reflejado en la tapa del Diario 'Clarín' en la mañana siguiente.

* LA MUERTE DE OSCAR SUAREZ POR PALUDISMO

Ya con Témperley actuando en 'Primera División', a principios de 1976 el equipo -junto a Talleres (C)- viajó al Africa, más precisamente a Zaire (hoy Congo), para disputar una serie de partidos amistosos, retornando al país en los primeros días de febrero.
Ese plantel que realizó la gira lo integraba Oscar Suárez, un delantero llegado de Estudiantes de La Plata a mediados de la temporada anterior, quien al volver de la gira -previo al inicio del Campeonato Metropolitano de ese año- presentó signos de debilidad y decaimiento, debiendo guardar reposo y no pudo ser de la partida en la Fecha inaugural ante Gimnasia y Esgrima La Plata.
Otro jugador 'Celeste' -Benito Valencia- presentó síntomas similares y ambos fueron internados en el Hospital 'Luisa C. de Gandulfo' de Lomas de Zamora donde se les detectó que -en la gira por el continente africano- habían contraído malaria o paludismo. Esta enfremedad es causada por un parásito que se transmite de un humano a otro por la picadura de mosquitos anófeles infectados y después de la infección, los parásitos circulan a través del torrente sanguíneo hasta el hígado, donde maduran e infectan los glóbulos rojos multiplicándose dentro de los mismos y en determinados casos puede ser mortal.
Valencia y un jugador de Talleres (C) lograron recuperarse pero Oscar Suárez dejó de existír el 19 de febrero de 1976.
El final inesperado del jóven delantero fue tratado en todos los medios periodísticos de la época y muchos coincideron en denominarla como "una muerte absurda".

1 comentario:

  1. Gracias por recordar estos tristes momentos en la vida de nuestro club. Los clubes con historia y con sentido social, son como las famiLias. Estan hechos de alegrías y tristezas y es bueno recordarlas siempre. Saludos cordiales!

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