Filacchione fue un árbitro que dirigió en nuestro medio entre 1957 y 1971, y al que luego de un partido en el que Grondona consideró que el arbitraje había perjudicado a Arsenal (que lo alejaba de la posibilidad de ingresar al torneo de Reclasificación con los equipos de la "A"), no sólo lo agredió de palabra sino también físicamente.
Como ya el Tribunal de Disciplina de la Asociación del Fútbol Argentino los tenía "entre ceja y ceja" por sus desubicados comportamientos en partidos anteriores, lo suspendió por un año y medio.
A todo esto Grondona -con su agrupación política 'Lista Roja'- se aprestaba a participar de la vida institucional del Club Atlético Independiente en el acto eleccionario de 1970.
Se impuso en esas elecciones y a través de la presidencia en una entidad de peso en la 'Primera División', en 1979 arribó a la presidencia de la AFA.
La ya descripta no fue la única oportunidad en que Grondona hizo gala de su costumbre de avasallar a los "pitos".
Por la 3° Fecha del Campeonato Metropolitano de 'Primera División', el 11 de marzo de 1977, cuando en Avellaneda Independiente estaba empatando con All Boys 1 a 1 (goles de Outes para el local e Insaurralde para visita), un proyectil impactó en uno de los jueces de línea y el árbitro Aldo Ottone suspendió el encuentro, que nunca continuó.
A todo esto, Julio Humberto Grondona, ofuscado por la decisión arbitral de suspender el encuentro, ingresó intempestivamente al vestuario de los árbitros y la emprendió con amnazas y empujones contra Aldo Ottone, sin importarle que ejercía la presidencia del club de Avellaneda.
El informe del árbitro fue lapidario para con Grondona y el Tribunal de Disciplina volvió a sancionarlo, en esta ocasión con un año de suspensión.
No obstante los desmanes cometidos por este dirigente, en poco tiempo llegó a la presidencia de la Asociación del Fútbol Argentino, en la que se mantuvo por 35 años, hasta su fallecimiento.
Pero a tendencia a avasallar a los árbitros no se limita solamente al orden local.
Tal como lo señala elcomercio.pe -publicación peruana del 30/7/2014- "El lunes 17 de julio de 1995 en el marco de la Copa América, en la ciudad de Rivera, Brasil eliminó por penales a la Argentina, luego de que habían empatado a 2 goles en los 90 minutos. La gran polémica de la jornada fue la validación de un gol de Tulio, quien claramente bajó la pelota con el brazo, ante la vista de todos, menos del juez peruano Alberto Tejada. El árbitro, de golpe, pasó a ser el más criticado por el hincha argentino y particularmente por Julio Grondona, el mandamás de la AFA. Según la revista El Gráfico 3954 del 18 de julio de 1995, Grondona dijo: "Fue un robo a mano armada pero ya está. Argentina no va a protestar. Que la Copa América la gane el mejor. Aunque no se puede negar que en estas instancias, Brasil siempre hace sutiles presiones a su favor". Sin embargo, lo más llamativo del relato de la revista fue este otro textual en la edición 3955 del 25 de julio de 1995. "Grondona trató de ingresar al camarín donde habitaban el árbitro Tejada junto a sus colaboradores. Pero la puerta fue bien cerrada desde adentro, y esto aceleró una crisis de nervios de Don Julio. En efecto al tiempo que pateaba, sin suerte la puerta, profería insultos del más grueso calibre. Sós un ladrón, igual que tu papá, delincuente, hijo de ..." ...".
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